Cada banquito Morten, del estudio de arquitectura japonesa Atelier Bow-Wow es único. Esto se dá apartir de la cualidad de la madera de ser siempre distinta. Variaciones en el color, textura, beta y anillos reflejan la historia de lo que fué un ser viviente. Está esculpido de un bloque de roble masizo. Es una sola pieza y al no tener uniones, no hubo necesidad de usar pegamentos, químicos ni tornillos metálicos. Solamente se usaron aceites orgánicos para proteger la superficie. Morten seguramente pasará de generación en generación pero una vez dada por terminada su vida útil, puede volver a la tierra sin intoxicarla e incluso servir de alimento para otros seres vivos. (el concepto ¨Cradle to Cradle¨, Waste=Food). Un sistema cerrado.
Info desde www.copenhagendesignweek.dk
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